Santiago Jose Sanchez VFestiviades Marianas de Enero, Calendario Mariano1 week ago13 Views

En la madrugada del 27 de septiembre de 1511, encerrado en una prisión oscura del norte de Italia, un joven militar veneciano llamado Jerónimo Emiliani clamó a la Virgen María con un corazón quebrado. Había sido derrotado, capturado, encadenado, y lo más profundo de su alma también sentía la opresión de una vida vacía, alejada de Dios. Lo que sucedió esa noche cambiaría no solo su historia, sino también la de miles de personas a lo largo de los siglos: la Virgen Santísima se le apareció, le entregó una llave y lo liberó milagrosamente de sus cadenas.
Su primera acción fue ir en peregrinación a Santa Maria Maggiore en Treviso, donde depositó sus grilletes ante la imagen que el pueblo veneraba como Nuestra Señora de Treves, también conocida como la Madonna Grande.
Esta advocación mariana es reconocida por la Iglesia Católica y venerada especialmente en la ciudad de Treviso, en el norte de Italia. Su representación se encuentra en la Basílica de Santa Maria Maggiore, donde desde hace siglos los fieles la invocan como Madre de la Divina Misericordia. Esta imagen tiene un estilo bizantino, y representa a la Virgen con el Niño en actitud serena, majestuosa, fuente de consuelo y de gracias.
Su fiesta no forma parte del calendario litúrgico universal, pero aparece en algunos calendarios marianos el 4 de enero, en recuerdo del acontecimiento que marcaría la vida del joven Jerónimo Emiliani y daría lugar a una de las congregaciones más caritativas de la Iglesia: los Padres Somascos.
La devoción a la Virgen María en Treviso tiene raíces antiquísimas. Se cree que ya en el siglo VIII existía en ese lugar una iglesia dedicada a la Madre de Dios. En el año 1300, tras una victoria militar de Treviso sobre Aquileya, el gobierno de la ciudad instituyó una ofrenda anual a la Virgen en la fiesta de la Asunción, iniciando una tradición que unió la fe del pueblo con la historia de la ciudad.
La imagen venerada, conocida como la “Madonna Grande”, es un fresco del siglo XIV de estilo bizantino que representa a María con el Niño Jesús. Se conservó milagrosamente durante siglos, incluso cuando parte del templo fue demolido durante la guerra de la Liga de Cambrai (1509-1516). En 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, un bombardeo destruyó buena parte del templo, pero la capilla con la imagen quedó milagrosamente intacta. Ese hecho reavivó la devoción y llevó a restaurar la tradición de ofrendas solemnes a la Virgen cada 15 de agosto, encabezadas por el gobierno municipal de Treviso.
Capturado y encadenado por las tropas enemigas durante la guerra, Emiliani pasó días de angustia en prisión. En la noche del 27 de septiembre de 1511, desesperado y arrepentido, invocó a la Virgen como Madre de la Misericordia. Fue entonces cuando la Virgen se le apareció: una luz envolvió la celda, María descendió y le entregó una llave con la que pudo abrir su celda y huir sin ser visto.
Su primer destino fue Santa Maria Maggiore en Treviso. Llegó descalzo, agradecido, y depositó ante la imagen de la Madonna Grande las cadenas de su cautiverio. Allí comenzó una vida nueva. Se convirtió en sacerdote, entregó su vida a los pobres y fundó la Compañía de los Siervos de los Pobres (Padres Somascos), dedicada a la atención de huérfanos y jóvenes abandonados. Fue canonizado por Clemente XIII en 1767 y proclamado Patrono de los huérfanos y de la juventud abandonada por Pío XI en 1928.
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La imagen de la Madonna Grande, ubicada hoy en un templete de mármol en el brazo izquierdo del crucero, expresa majestuosidad y ternura. Su estilo recuerda a la Virgen Nicopeia, que inspiró muchas imágenes en Venecia. María aparece entronizada con el Niño Jesús, y su rostro refleja una paz que ha sostenido generaciones. A su alrededor cuelgan exvotos: placas, corazones, medallas, testimonios tangibles de fe y gratitud.
Hoy, Nuestra Señora de Treves sigue siendo el corazón espiritual de Treviso. Cada 15 de agosto, la ciudad renueva su promesa ancestral: el alcalde y las autoridades civiles participan de una procesión y ofrenda solemne, llevando un cirio encendido a la Virgen. En la fiesta del 4 de enero, la comunidad recuerda el milagro de San Jerónimo, y en septiembre se conmemora su liberación y peregrinación.
En 2011, la ciudad celebró con solemnidad el V centenario del milagro de Jerónimo Emiliani, y el Papa Benedicto XVI envió un mensaje destacando cómo María, al romper sus cadenas, también lo liberó del egoísmo y lo condujo a la santidad. Las cadenas originales, conservadas junto a la imagen, fueron llevadas en peregrinación por obras somascas en todo el mundo.
¿Dónde se encuentra la imagen de Nuestra Señora de Treves?
En la Basílica de Santa Maria Maggiore, Treviso, Italia.
¿Cuándo se celebra su fiesta?
El 4 de enero (en algunos calendarios marianos), el 15 de agosto (ofrenda oficial de la ciudad), y el 27 de septiembre (recuerdo de la liberación de San Jerónimo).
¿Quiénes la veneran especialmente?
Los fieles de Treviso, peregrinos italianos, y la Familia Somasca presente en varios países.
¿Qué significa su mensaje espiritual?
María como Madre de la Misericordia, que libera cadenas físicas y espirituales, y guía a una vida nueva.
¿Conocías esta advocación? ¿Has visitado Treviso o venerado alguna vez a Nuestra Señora de Treves? ¿Tienes un testimonio o deseas compartir una oración? En Maria365 nos encantaría que nos escribas. También puedes sugerir nuevas advocaciones para incluir en nuestro calendario o corregir información si encuentras algún error. ¡Tu participación ayuda a mantener viva la memoria de María en el corazón del pueblo cristiano!



