Santiago Jose Sanchez VCalendario Mariano, Festiviades Marianas de Enero5 days ago7 Views

En el corazón de la histórica Gascuña, en el suroeste de Francia, se encuentra un santuario mariano que es un verdadero símbolo de la fe inquebrantable: Nuestra Señora de Gimout. Esta advocación, cuyo templo principal es la Église Notre-Dame-de-l’Assomption (Nuestra Señora de la Asunción), lleva consigo el peso de casi nueve siglos de historia, la disciplina de los monjes cistercienses y la resiliencia de un pueblo que se negó a ver desaparecer su herencia espiritual.
Más que una devoción local, la crónica de Gimout es un relato de supervivencia: cómo un tesoro de fe y arte fue rescatado de la demolición durante la Revolución Francesa y se convirtió en el ancla de esperanza de una comunidad. El 19 de enero, el calendario mariano nos recuerda esta particular advocación, invitándonos a explorar las profundas raíces teológicas, culturales y pastorales de esta Madre en la Diócesis de Auch.
La fe en Nuestra Señora de Gimout no surgió de una aparición, sino que nació de la piedad monástica más rigurosa. Su origen se remonta a la Abadía Cisterciense de Planselve, fundada en 1137 en la localidad de Gimont.
La importancia de Planselve radicaba en su noble filiación de la Abadía de Morimond, una de las cuatro grandes casas fundadoras de la Orden del Císter. Esta conexión definió su carácter profundamente mariológico, ya que la Virgen María es la patrona universal de la Orden Blanca.
El influjo de Planselve fue vasto y transfronterizo, cumpliendo así la misión evangelizadora de la Iglesia:
Esto demuestra que la devoción que emana de Gimont estuvo intrínsecamente ligada a las grandes rutas de peregrinación y a la evangelización en Europa medieval.
A pesar de su gloria, Planselve sufrió un largo declive, acentuado por las inestabilidades y la adopción del régimen comendatario en 1556. Tras mantenerse activa hasta el final, la abadía fue desmantelada y vendida en 1799, un destino común para muchos bienes eclesiásticos durante la Revolución Francesa.
Este evento, sin embargo, no significó el final de la fe. La comunidad parroquial de Gimont se convirtió en la depositaria de la herencia espiritual. La fe no residió en las ruinas de piedra de la abadía, sino que se trasplantó al corazón del pueblo.
El centro de la devoción hoy es la iglesia parroquial, un bastión de resistencia histórica y arquitectónica.
La construcción de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción comenzó en 1292 y es un magnífico ejemplo del Gótico Meridional o Gótico de Toulouse. Caracterizada por el uso exclusivo de ladrillo, su estilo le confiere una solidez que parece profética de su papel como protectora de la fe local.
La nave es vasta y de imponentes proporciones: mide 16 metros de ancho y 18 metros de altura. El majestuoso campanario octogonal de tipo tolosano, finalizado en los siglos XVI y XVII e inspirado en los de Saint-Sernin, se eleva 35 metros sobre la ciudad. El ingreso principal presenta en el tímpano la escena de la Asunción de María, el dogma y título principal del templo.
La imagen venerada en Gimout es, ante todo, un testimonio de la piedad que perdura. El corazón espiritual de la iglesia es un tríptico del siglo XVI que fue rescatado de la Abadía de Planselve en demolición y solemnemente instalado en la primera capilla a la izquierda al entrar.
Iconografía y Teología Profunda: El tríptico representa la Crucifixión de Jesús, flanqueado por la Virgen Dolorosa y San Juan. Sobre esta escena de Pasión y Sacrificio, se colocó una antigua estatuilla de la Virgen con el Niño. Esta composición es un compendio teológico:
Este objeto no es solo mobiliario; es el artefacto que simboliza la transferencia de la autoridad y la santidad de la Abadía al pueblo, definiendo a Nuestra Señora de Gimout como la Madre que custodia el legado de fe.
Un rasgo que distingue a Nuestra Señora de Gimout es su fiesta local en pleno invierno, el 19 de enero. Mientras que la solemnidad de la Asunción se celebra en agosto, esta fecha singular en el calendario mariano debe conmemorar un hito histórico local de gran fervor popular.
La hipótesis más cercana a la piedad y la historia es que el 19 de enero se celebra el aniversario de la instalación solemne del patrimonio cisterciense (el tríptico y otros bienes) en la iglesia parroquial, un acto de dedicación que marcó el renacimiento de la devoción tras la disolución de Planselve.
Este día particular también coincide con la celebración de figuras históricas como San Canuto, rey y mártir, conocido por su piedad y amor a la Eucaristía, que luchó por restablecer las buenas costumbres en su reino , y el Beato Marcelo Spínola. El contraste temporal con la gran fiesta de agosto fortalece la identidad y el sentido de pertenencia de la comunidad de Gimont.
La devoción a la Virgen de Gimout, al estar firmemente anclada en el dogma de la Asunción y la historia monástica, ofrece una estabilidad inusual en el panorama mariano actual.

La vida pastoral contemporánea de Gimont se centra en el mantenimiento de su riqueza histórica. La iglesia de Notre-Dame-de-l’Assomption, inscrita como Monumento Histórico , alberga también un valioso órgano del siglo XVIII , que requiere una constante labor de conservación.
Este esfuerzo de la comunidad por mantener su templo y sus elementos litúrgicos es un acto de fe. Es similar al trabajo de restauración que se lleva a cabo hoy en día en santuarios con un gran patrimonio visual y artístico en otras latitudes, como el proyecto para clasificar y restaurar millares de exvotos en el Santuario de Plateros en Zacatecas, México , o la restauración de murales en el Santuario de Guadalupe en Real de Catorce. Gimout se une a este esfuerzo global por preservar los testimonios materiales de la fe.
Celebrando la Constancia de María
Nuestra Señora de Gimout es un poderoso recordatorio de que la fe no depende de las grandes estructuras de piedra, sino del corazón humilde del pueblo de Dios. El milagro de Gimout es el de la constancia, la devoción que supo transformar las ruinas de una gran abadía en la base de un santuario que sigue en pie, honrando a la Madre de la Asunción.
Te invitamos a compartir esta crónica sobre el inquebrantable legado de la Virgen en Gascuña. ¿Qué opinas de las advocaciones que, como Gimout, tienen un origen histórico y no una aparición? ¿Conoces algún testimonio o anécdota de peregrinación a este bello santuario en Francia?
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