Santiago Jose Sanchez VCalendario Mariano, Festiviades Marianas de Septiembre8 hours ago3 Views

En el año 1061, en el pequeño pueblo inglés de Walsingham, sucedió un acontecimiento que marcaría la historia espiritual de toda Inglaterra y más allá. Lady Richeldis de Faverches, noble viuda anglo-sajona, tuvo una serie de visiones en las que la Virgen María le mostró la casa de Nazaret donde el ángel Gabriel anunció la Encarnación. La Virgen le pidió que construyera una réplica de esa casa en Walsingham, creando un santuario que sería conocido como el “Nazaret británico”.
Este lugar, humilde en su origen pero enorme en su significado, atrajo desde su fundación a peregrinos de toda Europa, quienes veían en Walsingham una ventana divina al misterio de la Encarnación y un lugar privilegiado de oración y socorro espiritual. La historia de esta advocación mariana no es solo el relato de una aparición; es la memoria viva de un pueblo que encontró en María un refugio maternal y una intercesora que acompaña en las necesidades más profundas.

La capilla original, conocida como la “Holy House” o Casa Santa, se levantó siguiendo las visiones de Lady Richeldis y pronto fue custodiada por su hijo, Geoffrey de Faverches, con la responsabilidad de mantener vivo el santuario. Durante la Edad Media, Walsingham se convirtió en uno de los destinos de peregrinación más importantes de Europa, después de Roma y Santiago de Compostela. Reyes, nobles y fieles de todas las clases sociales acudieron allí para buscar consuelo y bendición; entre ellos, Enrique VIII, antes de romper con Roma, peregrinó tres veces acompañado por su primera esposa, Catalina de Aragón.
Sin embargo, el siglo XVI trajo un golpe devastador cuando la Reforma inglesa, bajo el reinado de Enrique VIII, determinó la destrucción del santuario en 1538. La estatua de la Virgen fue quemada en Londres y la capilla fue desacralizada, utilizada sucesivamente como casa, granero y establo. La devoción casi murió, pero nunca desapareció por completo, manteniéndose viva en el corazón de los fieles.
El resurgimiento comenzó en el siglo XIX gracias a personas como Charlotte Pearson Boyd, quien adquirió y restauró la antigua Slipper Chapel del camino de peregrinos. En 1934, los obispos católicos ingleses declararon esta capilla Santuario Nacional. En 1954, el Papa Pío XII concedió la coronación canónica a la nueva estatua de Nuestra Señora de Walsingham, símbolo del renacer de esta devoción.
El Papa Francisco, en 2015, reconoció la importancia del santuario otorgándole el estatus de basílica menor, destacando así la vigencia y profundidad espiritual de esta advocación. Hoy, la fiesta de Nuestra Señora de Walsingham se celebra el 24 de septiembre, reuniendo a miles de peregrinos de diferentes confesiones, reflejando también un valioso signo ecuménico.
La imagen central muestra a la Virgen María en un trono, con el niño Jesús en su regazo sosteniendo el Evangelio, símbolo de la Palabra viva de Dios. La Virgen extiende su mano derecha en gesto de bendición, mientras que su pie derecho parece pisar una rana, un símbolo enigmático que representa la renovación espiritual y la superación del mal. Los pilares con bandas que sostienen el trono representan los siete sacramentos, afirmando la identidad católica y la riqueza sacramental del culto a María.
Esta imagen no es solo una obra de arte devocional, sino un mensaje que invita a los fieles a hallar en María la Madre tierna y poderosa, refugio ante las pruebas y guía hacia Cristo.
El santuario es hoy un centro vivo de oración y peregrinación, donde anualmente miles de fieles realizan procesiones, participan en misas solemnes, y caminan la “Milla Santa,” el camino tradicional hacia la Slipper Chapel. La devoción a Nuestra Señora de Walsingham trasciende las fronteras de Inglaterra y se ha difundido a países como Estados Unidos, Canadá y Australia, donde se establecen comunidades marianas que mantienen viva esta tradición.
Además, la advocación es importante por su valor pastoral: ofrece un lugar donde el catolicismo inglés puede reconocerse y reivindicar su historia respetando también a otras confesiones, un testimonio de unidad y esperanza.

¿Qué importancia tiene la Virgen de Walsingham en la Iglesia Católica?
Es una advocación que representa un profundo encuentro espiritual con María, Madre de Dios, y su santuario es un símbolo histórico, cultural y pastoral reconocido por la Iglesia.
¿Por qué se celebra el 24 de septiembre?
El 24 de septiembre se conmemora la fiesta litúrgica en honor a Nuestra Señora de Walsingham, día en que se celebra la tradición de la aparición y la fundación del santuario.
¿Qué milagros se le atribuyen?
Desde curaciones físicas hasta protección en tiempos de guerra, muchos fieles refieren haber encontrado consuelo y ayuda espiritual gracias a la intercesión de Nuestra Señora.
¿Por qué la devoción incluye peregrinaciones descalzas?
La tradición de peregrinar descalzo, especialmente a la Slipper Chapel, es un acto de humildad, penitencia y respeto espiritual.
Este artículo invita a los lectores a profundizar en la riqueza espiritual e histórica de Nuestra Señora de Walsingham y a participar con sus propios testimonios, reflexiones y propuestas para celebrar juntos la presencia maternal de María en la vida de la Iglesia y del mundo. ¿Quieres compartir tu experiencia o sugerir nuevas advocaciones para nuestro calendario mariano? Te esperamos en Maria365.



