Santiago Jose Sanchez VFestiviades Marianas de Diciembre, Calendario Mariano1 hour ago3 Views

María Desatanudos, conocida con cariño como la Virgen que deshace los nudos, es una advocación mariana profundamente simbólica, rica en tradición y con una devoción que ha trascendido siglos y fronteras. Representa a María como madre amorosa que interviene con ternura y eficacia en los momentos difíciles de la vida, desenredando “los nudos” que atan las relaciones, las decisiones y el espíritu de quienes con fe le confían sus problemas.
Este artículo ofrece una mirada integral y cercana, de periodista católico, para que los lectores de Maria365 comprendan no solo la historia y el simbolismo, sino también la riqueza espiritual, cultural y pastoral que rodea a esta advocación. Además, incluye datos y relatos que no suelen encontrarse en los textos comunes, para profundizar en la experiencia y el significado de esta devoción.
La historia comienza en Alemania, en el año 1615, cuando una joven pareja atravesaba una crisis profunda que casi los lleva al divorcio. Desesperados, buscaron la ayuda espiritual de un padre jesuita austriaco, Jakob Rem. Durante la confesión y el consejo, la esposa entregó al sacerdote su cinta de boda, en la que había atado varios nudos, uno por cada discusión y dolor en su matrimonio.
El padre Rem, con gran fe en la intercesión de María, llevó la cinta ante una imagen de la Virgen en la iglesia de San Pedro am Perlach, en Augsburg. Al rezar, ocurrió lo inesperado: uno a uno, los nudos se desataron, como señal tangible de la ayuda divina. La pareja se reconcilió y vivió feliz, y aquel suceso originó la devoción a María Desatanudos.
Para perpetuar la historia, en el siglo XVIII se pintó el famoso cuadro de Johann Georg Melchior Schmidtner que muestra a la Virgen desatando los nudos de una larga cinta blanca, acompañada de ángeles y del alma liberada. Esta obra se convirtió en un símbolo visible de la maternal capacidad de María para ayudar a sus hijos a superar obstáculos.

Los “nudos” representan las muchas dificultades que enfrentamos en la vida: conflictos matrimoniales, rupturas familiares, problemas emocionales, faltas de fe, decisiones complicadas, enfermedades o bloqueos espirituales. María aparece como una madre compasiva, que no sólo observa el sufrimiento sino que interviene con amor para liberarlo y guiar a sus hijos hacia la paz y la reconciliación.
Teológicamente, esta advocación destaca el rol de María como corredentora y mediadora, la que, con su amor y cercanía materna, deshace los lazos que impiden a los fieles vivir plenamente su relación con Dios. Esta representación también se vincula al dogma de la Inmaculada Concepción, celebrada el 8 de diciembre, día que coincide con la fiesta principal de esta advocación.
Aunque el origen está en Alemania, la devoción se difundió especialmente en América Latina gracias a la insistencia pastoral del Papa Francisco, quien cuando era arzobispo de Buenos Aires impulsó la veneración de esta imagen. En la parroquia San José del Talar de Buenos Aires se alberga una copia exacta del cuadro original, que se ha convertido en un santuario y lugar de peregrinación masiva, especialmente cada 8 de diciembre.
Miles de fieles acuden a pedir la intercesión de María Desatanudos en sus problemas cotidianos. La novena dedicada a esta advocación es una práctica muy popular que invita a entregar simbólicamente los “nudos” a María y confiar en su maternal ayuda. Su mensaje simple pero profundo conecta con personas de todas las edades y condiciones.
Actualmente, esta devoción está extendida en Argentina, Brasil, México, Alemania y otros países, y se vive con celebraciones, testimonios y eventos espirituales que demuestran que María Desatanudos sigue abriendo caminos donde parecía que no los había.

La pintura original del siglo XVIII, obra de Johann Georg Melchior Schmidtner, representa a María en actitud serena y maternal, con túnica blanca y manto azul, sosteniendo la cinta blanca llena de nudos que ella comienza a desatar. Dos ángeles la acompañan, fortaleciendo la idea de una tarea celestial en la que María libera a los creyentes de sus ataduras.
En la parte inferior del cuadro, se representa la figura de un hombre guiado por un arcángel, símbolo del alma liberada que retorna en paz al camino de Dios. Esta combinación convierte a la imagen en un testimonio artístico y espiritual único: un llamado a la esperanza, la reconciliación y la fe activa.
¿Quién fue el padre jesuita que ayudó a la pareja?
Fue Jakob Rem, un sacerdote austriaco muy devoto de María, que tuvo un papel clave en la difusión de esta advocación.
¿Por qué es importante el 8 de diciembre para esta advocación?
Esa fecha coincide con la solemnidad de la Inmaculada Concepción, a la cual está vinculada la Virgen Desatanudos.
¿Qué tipo de problemas puedo encomendar a esta Virgen?
Conflictos familiares, decisiones difíciles, bloqueos espirituales o emocionales, y cualquier nudo que dificulte la paz interior.
¿Dónde puedo venerarla?
En su lugar de origen, la iglesia de San Pedro am Perlach en Alemania, y en el santuario de Buenos Aires, con extensiones en América Latina y Europa.
Conocer la historia y el mensaje de María Desatanudos nos invita a confiar en la ternura y la cercanía de María como madre que escucha y desata los nudos de nuestra vida. Te invitamos a compartir tu experiencia con esta advocación, sugerir nuevas advocaciones para nuestro calendario mariano, o aportar testimonios que enriquezcan nuestra comunidad. ¿Has sentido la intercesión de María Desatanudos? ¿Quieres contar tu historia o corregir algún dato? Este espacio es tuyo para avanzar juntos en la fe.


