Santiago Jose Sanchez VFestiviades Marianas de Enero, Calendario Mariano1 week ago12 Views

Nuestra Señora de la Abundancia es una advocación mariana venerada en la localidad de Cursi, en Apulia, Italia. Con raíces profundas en la historia popular y espiritual del pueblo, esta advocación se distingue por su relación directa con la experiencia concreta de la necesidad material y la protección providencial de la Virgen María. A través de sus milagros, celebraciones y expresiones culturales, Nuestra Señora de la Abundancia representa una manifestación del amor materno de María en tiempos de prueba.
“Una aparición luminosa. Una promesa cumplida. Y una lluvia que salvó la vida de todo un pueblo. Así nació la devoción a la Virgen de la Abundancia, Madre que cuida con ternura y poder a quienes confían en ella.”
En el año 1640, Cursi enfrentaba una de las sequías más severas de su historia. Durante nueve meses no llovió sobre sus campos, y los signos de hambruna comenzaron a asolar al pequeño pueblo agrícola. Fue entonces cuando los habitantes, en su mayoría mujeres, comenzaron a reunirse en la iglesia parroquial para pedir a la Virgen que intercediera por ellos.
En medio de esa crisis, un joven campesino llamado Biagio Natali salió al campo en busca de su ganado perdido. Fue entonces cuando, cerca de una pequeña capilla rural conocida como “del Melito”, vio una intensa luz que emergía del muro. En esa luz se le apareció una Mujer con un Niño en brazos, quien le dijo: “No temas. Yo soy la Reina del Cielo. Dile a tu pueblo que sus súplicas han sido escuchadas. A partir de hoy sus sufrimientos han terminado y tendrán una cosecha abundante como signo de mi protección”.
Biagio corrió a comunicar el mensaje. El párroco Don Giovanni Domenico Cocciolo, sorprendido, confirmó que él mismo había tenido un sueño similar la noche anterior. Esa misma tarde, el pueblo entero salió en procesión al lugar de la aparición. Al regresar, comenzó a llover de forma torrencial. La lluvia duró tres días y fue suficiente para salvar las siembras. Contra todo pronóstico, se obtuvo una cosecha rica, abundante y fuera de estación. Desde entonces, el pueblo reconoció en la Virgen la intercesora que había concedido la salvación material y espiritual en medio del hambre.
Agradecidos por el milagro, los fieles de Cursi decidieron construir un santuario en el mismo lugar donde se había producido la aparición. Hacia 1650, se completó la iglesia, y en su altar mayor se colocó el muro original con el fresco de la Virgen con el Niño. Esta imagen, de estilo tardomedieval, muestra a la Virgen sosteniendo ramas de olivo y espigas de trigo, símbolos de paz y fertilidad. El Niño Jesús también porta estos símbolos, reforzando la idea de María como portadora de bienes espirituales y materiales.
La inscripción latina en el altar recuerda: “Este altar fue dedicado a la Virgen Madre de Dios con el nuevo título de la Abundancia por el gran número de milagros obtenidos”. Esta advocación no solo remite a una abundancia material, sino también espiritual: paz, esperanza, consuelo, conversión.
Desde el punto de vista teológico, esta advocación refleja una dimensión maternal de María profundamente bíblica: como en Caná, ella intercede por las necesidades urgentes, no solo espirituales, sino también materiales. La Virgen de la Abundancia es símbolo de la Providencia Divina que, por medio de María, alimenta, socorre y fecunda la vida del pueblo fiel.

Sesenta y seis años después, en 1706, se produjo un nuevo acontecimiento prodigioso. Un joven llamado Angelo Macchia buscaba refugio de una tormenta dentro del santuario cuando se le apareció nuevamente la Virgen con el Niño. Ella lo tomó de la mano y lo sacó rápidamente. Justo después, un rayo cayó sobre la iglesia y destruyó buena parte de su estructura. Angelo quedó ileso. El pueblo interpretó este hecho como un nuevo acto de protección: la Virgen había absorbido el impacto para salvar a su hijo y evitar una tragedia mayor. El templo fue reconstruido más hermoso que antes. Angelo Macchia, profundamente conmovido, se convirtió en sacerdote.
Nuestra Señora de la Abundancia es la patrona de Cursi junto con san Nicolás de Bari. Su fiesta principal se celebra el segundo domingo de julio, aunque en algunos calendarios marianos se la recuerda también el 5 de enero. La celebración de julio es uno de los momentos más esperados por la comunidad: se realizan novenas, misas, procesiones, luminarias, conciertos de bandas, ferias y fuegos artificiales. En estas fiestas, dos quioscos de música (cassarmoniche) se instalan frente a la iglesia, donde orquestas se alternan en interpretaciones musicales, un detalle cultural único en la región.
Una celebración especial es la “Sagra del Pane”, que se realiza a fines de julio y celebra el don del pan compartido, como signo de la abundancia y la solidaridad.
Durante la pandemia de 2020-2021, la comunidad mantuvo viva la devoción adaptando las celebraciones. En 2021, por ejemplo, la imagen no salió en procesión, pero se realizaron misas al aire libre, y el pueblo se reunió en la plaza bajo estrictos protocolos para rendir homenaje a su Virgen. Ese mismo año, la plaza fue testigo de otro momento único: luego de la Misa, los vecinos pudieron ver en pantalla gigante la final de la Eurocopa, uniendo así fe y comunidad en un contexto atípico pero entrañable.
La imagen original que desató la devoción es un fresco tardomedieval. La Virgen está sentada con el Niño, ambos con una expresión serena, portando espigas de trigo y ramas de olivo. No es una imagen lujosa, sino una representación simple y profunda de lo esencial: María como Madre que da vida, alimento y paz. El olivo recuerda el aceite, símbolo del Espíritu Santo, y el trigo, la Eucaristía. En conjunto, la imagen evoca la abundancia que viene de Dios a través de María.
También hay una imagen procesional de la Virgen, tallada en madera, vestida con ropaje bordado. Esta escultura es la que se utiliza en las celebraciones de julio, y ha sido restaurada varias veces. La fe del pueblo ha llenado su manto de exvotos y flores.
Para quienes visitan el santuario, contemplar el fresco o la imagen vestida es una oportunidad para orar con el corazón abierto y pedir la abundancia que Dios quiere dar: paz en el alma, sustento en la mesa, y esperanza para seguir adelante.
¿Dónde se encuentra el santuario de Nuestra Señora de la Abundancia?
Está en las afueras de Cursi, en la región de Apulia (Italia), en el mismo sitio donde ocurrió la aparición de 1640.
¿Qué representa el título “Abundancia”?
La abundancia se entiende como un don espiritual y material: paz, fe, alimentos, bendiciones, gracia.
¿Cuándo se celebra su fiesta?
El segundo domingo de julio es la principal fiesta. Algunos calendarios la mencionan también el 5 de enero.
¿Tiene reconocimiento eclesial?
Sí. La construcción del santuario, la celebración litúrgica y la veneración pública de la imagen han sido reconocidas desde el siglo XVII.
¿Cómo puedo rezar a Nuestra Señora de la Abundancia?
Puedes hacerlo con tus propias palabras, o mediante una oración sencilla pidiéndole por tus necesidades y las de los demás. Muchos fieles rezan un Avemaría o un Rosario completo pidiendo la abundancia espiritual para sus familias.
¿Dónde conseguir estampas o novenas?
En el propio santuario se pueden adquirir estampas, medallas y novenas. También hay sitios devocionales que ofrecen recursos digitales relacionados.
¿Conocías esta advocación mariana? ¿Has visitado el Santuario de Cursi o conoces testimonios relacionados? ¿Te gustaría que incorporemos nuevas advocaciones al calendario mariano? En María365 valoramos tu mirada: podés compartir información, sugerencias, correcciones o vivencias que enriquezcan este artículo y ayuden a difundir el amor a Nuestra Señora de la Abundancia. Porque cuando compartimos la fe, crece la gracia.



