Santiago Jose Sanchez VFestiviades Marianas de Mayo, Calendario Mariano2 days ago9 Views

La advocación de Nuestra Señora de la Visitación se basa en uno de los momentos más conmovedores y emblemáticos del Evangelio: la visita de María, embarazada de Jesús, a su prima Isabel, también encinta de Juan el Bautista. Este encuentro, que se narra en el Evangelio de San Lucas (Lc 1, 39-56), es la expresión pura del amor, la fe y el servicio cristiano. María, tras recibir el anuncio del ángel Gabriel, se levanta con prontitud para llevar a Jesús a los demás, manifestando su misión misionera desde el inicio de su vida.
Isabel, llena del Espíritu Santo, reconoce la presencia de Dios en el vientre de María y proclama: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. Este acto de reconocimiento sella la alianza divina y celebra la encarnación, además de evidenciar a María como la primera mediadora de la gracia entre Dios y los hombres. El Magníficat que pronuncia María en esa ocasión se convierte en un himno de esperanza, justicia y humildad que ha inspirado generaciones de creyentes.

La festividad de la Visitación fue instaurada en 1389 por el Papa Urbano VI, en un momento en que la Iglesia necesitaba reforzar la unidad y la devoción mariana durante tiempos difíciles. Su calado espiritual proviene también de la tradición bizantina y fue promovida con especial entusiasmo por los franciscanos en la Edad Media.
La Orden de la Visitación de Santa María, fundada en 1610 por San Francisco de Sales y Santa Juana de Chantal en Annecy, Francia, es un elemento fundamental para entender esta advocación. Estas religiosas, llamadas visitandinas o salesas, viven dedicadas a la oración y a la caridad. Su regla, basada en la de San Agustín, hace énfasis en el “ejercicio del amor divino” a través de la visita a los enfermos y pobres, inspiradas en el encuentro de María e Isabel. La orden fue aprobada por el papa Paulo V en 1618 y hoy cuenta con presencia mundial, incluyendo importantes conventos en México y América Latina.
Entre las figuras emblemáticas de esta orden destaca Santa Margarita María Alacoque, quien recibió las revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús, difundiendo una devoción que está íntimamente ligada al espíritu de la Visitación y que ha tenido un impacto profundo en la espiritualidad católica contemporánea.
Aunque la celebración litúrgica oficial está fijada el 31 de mayo en el calendario romano, en numerosas regiones hispanohablantes, incluyendo algunas tradiciones específicas, se honra a Nuestra Señora de la Visitación el 25 de mayo. En este día se organizan misas solemnes, procesiones, peregrinaciones y actividades comunitarias que resaltan la importancia del encuentro, la caridad y la fe activa.
En países como México, Honduras y otros de América Latina, la Visitación es un momento para renovar el compromiso con la ayuda a los necesitados y el fortalecimiento de la vida familiar y comunitaria, reflejando el mensaje de solidaridad y amor que María transmitió con su acción concreta.
Existen también santuarios y parroquias dedicados expresamente a Nuestra Señora de la Visitación, que se han convertido en puntos de referencia para los fieles que buscan vivir esta espiritualidad con intensidad.
La representación artística de Nuestra Señora de la Visitación muestra a María y a Isabel en plena comunión, generalmente con la Virgen vestida con un manto azul – símbolo de pureza y maternidad divina – y gestos de calma y ternura. La iconografía resalta la presencia de los dos niños en gestación, Jesús y Juan, enfatizando la unión profética y salvadora que encarnan.
Estas imágenes, presentes en iglesias y conventos, invitan al espectador a meditar sobre el misterio de la Encarnación, la humildad de María y la alegría espiritual del encuentro.
¿Por qué se celebra la Visitación de María?
Porque simboliza el amor y servicio que deben caracterizar la vida cristiana y revela la presencia de Dios que transforma la historia humana desde el vientre materno.
¿Qué diferencia hay entre la Visitación y otras advocaciones?
La Visitación destaca el lado misionero y caritativo de María, su pronta respuesta a la gracia y su papel como portadora de Jesús para bendecir a otros.
¿Dónde se venera principalmente esta advocación?
Se venera especialmente en países con fuerte tradición mariana como México, España, Francia, y varios países de América Latina con presencia de la Orden de la Visitación.
Este recorrido por la historia, el mensaje y la vitalidad de Nuestra Señora de la Visitación nos invita a renovar nuestra fe y compromiso de amor hacia los demás, siguiendo el ejemplo de María y su humilde entrega.
¿Has vivido alguna experiencia en torno a esta advocación? ¿Quieres compartir miradas o historias que enriquecen este tesoro espiritual? En Maria365, la comunidad mariana crece con tu voz. Tus testimonios, sugerencias y correcciones son bienvenidos para seguir haciendo visible el rostro maternal de la Virgen.



