Santiago Jose Sanchez VCalendario Mariano, Festiviades Marianas de Mayo3 days ago7 Views

En el corazón de Maracay, vibra una devoción profunda y viva que reúne a miles de fieles cada año en torno a Nuestra Señora de los Ángeles. Esta advocación mariana, reconocida por la Iglesia Católica y celebrada el 23 de mayo, no es solo una imagen pintoresca de la Virgen María, sino un verdadero refugio espiritual, una Madre que acompaña, protege y guía a su pueblo con ternura y poderosa intercesión.
Nuestra Señora de los Ángeles simboliza la maternidad celestial de María, reflejando un amor protector y maternal que trasciende generaciones. Su imagen invita a sentir la cercanía de una Madre comprensiva que sostiene en sus brazos al Niño Jesús y, con ello, a toda la humanidad. Para Maracay, esta Virgen es un faro de esperanza y paz que ha acompañado a la comunidad en sus alegrías y dificultades históricas y actuales.
La raíz de esta advocación es una historia que se enlaza con tradiciones antiguas y acontecimientos que han marcado la espiritualidad de Latinoamérica. El origen más conocido y fundamental de la Virgen de los Ángeles se ubica en Costa Rica el 2 de agosto de 1635 cuando una joven indígena llamada Juana Pereira encontró la imagen de la Virgen con el Niño Jesús en una roca costera. El fenómeno que acompañó este hallazgo fue que la imagen siempre regresaba a ese mismo lugar, lo que fue interpretado como un signo divino para construir allí una capilla, que con el tiempo dio lugar a la majestuosa Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, epicentro de extensas peregrinaciones.
Aunque la advocación de Maracay comparte estas raíces, su historia local se ha ido tejiendo con aportes propios de la comunidad religiosa venezolana, donde la Virgen ha sido patrona espiritual que acompaña a sus fieles en los momentos de prueba y celebración. Esta devoción ha sido mantenida por siglos a través de peregrinaciones, celebraciones y un sincero amor fraguado en la identidad cultural y espiritual regional.

Numerosos testimonios de milagros atribuidos a la intercesión de Nuestra Señora de los Ángeles alimentan la fe de los devotos en Maracay y más allá. Desde sanaciones físicas hasta protección en situaciones críticas, estas manifestaciones de gracia refuerzan la confianza en la Virgen como Madre poderosa. Familias han compartido relatos conmovedores donde la Virgen intervino para preservar la vida, curar enfermedades graves o mantener la paz en tiempos turbulentos, fortaleciendo la comunidad con esperanza y gratitud.
El 23 de mayo es una fecha emblemática en el calendario litúrgico local, marcada por procesiones, novenas y actos solemnes que convocan a miles de fieles que rinden homenaje a la Virgen. Las peregrinaciones desde pueblos cercanos y de otras regiones renuevan cada año la fe colectiva, mostrando un crisol cultural donde se mezclan expresiones populares, religiosas y culturales. La comunidad eclesial organiza eventos pastorales que invitan a la reflexión y el encuentro, promoviendo la continuidad de esta tradición viva y queridísima.
La imagen venerada en Maracay es un valioso ejemplo de arte religioso que comunica espiritualidad y belleza. Esculpida a tamaño natural, la Virgen aparece con un rostro sereno y maternal, vestida con ropajes que simbolizan pureza, amor y divinidad, sosteniendo al Niño Jesús en sus brazos, símbolo de esperanza y salvación. Cada detalle, desde la expresión hasta los colores y adornos, manifiestan un profundo mensaje de protección y ternura. Esta representación no solo es un objeto de devoción, sino un puente tangible entre lo divino y lo humano.
La Basílica donde se venera a Nuestra Señora de los Ángeles en Maracay es un centro neurálgico para la espiritualidad local y acogió en 2025 una peregrinación multitudinaria que superó los 10,000 devotos.
Los milagros atribuidos a su intercesión han sido tantos y tan variados que hoy la Virgen es considerada una verdadera “Madre de milagros” entre sus seguidores.
La advocación ha inspirado canciones populares y piezas artísticas que forman parte del patrimonio cultural de Maracay.
Aunque su origen histórico está fuertemente ligado a Costa Rica, Maracay ha hecho suya esta devoción con tradiciones y celebraciones únicas que refuerzan su identidad local.
¿Cuál es el origen real de esta advocación?
La devoción nace en 1635 en Costa Rica con el hallazgo milagroso de la imagen, aunque en Maracay ha adquirido propia historia y significado.
¿Qué milagros se le atribuyen?
Sanaciones físicas, protección en accidentes y bienestar familiar son algunos de los testimonios que los devotos atribuyen a su intercesión.
¿Cómo se celebra en Maracay?
Con procesiones, novenas, actos litúrgicos y peregrinaciones que congregan a los fieles el 23 de mayo de cada año.
¿Tiene reconocimiento oficial eclesial?
Sí, la advocación está reconocida y cuenta con el sustento de la Iglesia local para fomentar la devoción auténtica.
La historia de Nuestra Señora de los Ángeles de Maracay es un testimonio vivo de fe, esperanza y amor maternal que sigue inspirando a cada generación. Invitamos a quienes leen estas líneas a compartir sus vivencias, reflexiones o testimonios sobre la Virgen. ¿Conoces otras advocaciones que quisiera ver reflejadas en nuestro calendario? ¿Deseas aportar datos o correcciones para enriquecer este legado? La comunión espiritual se construye con cada aporte y oración, haciendo de esta devoción un camino compartido de luz.
Wikipedia, “Virgen de los Ángeles” https://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_de_los_%C3%81ngeles
La Nación, “Nuestra Señora de los Ángeles: cuál es su historia y qué oración rezar para pedir su ayuda” https://www.lanacion.com.ar/sociedad/nuestra-senora-de-los-angeles-cual-es-su-historia-y-que-oracion-rezar-para-pedir-su-ayuda-nid02082024/
Estudio y testimonios audiovisuales recientes sobre milagros y peregrinaciones en Maracay
Documentos históricos y archivos eclesiásticos de la región
Este texto fue elaborado para Maria365, buscando ofrecer contenido integral y cálido, desde la mirada de un periodista católico que quiere compartir la riqueza espiritual, histórica y cultural de esta hermosa advocación mariana.



