Santiago Jose Sanchez VFestiviades Marianas de Septiembre, Calendario Mariano4 months ago38 Views

Bajo la luna llena, entre fogones y oraciones, cientos de miles de jóvenes de pañuelo al cuello han sentido la presencia silenciosa de una madre que los acompaña en el camino. Esta vivencia no nace de la casualidad: desde sus orígenes a inicios del siglo XX, el escultismo católico ha buscado formar a niños y jóvenes en los valores del Evangelio a través del contacto con la naturaleza, el servicio al prójimo y la vida en comunidad. En este contexto, la Virgen María se convirtió en guía espiritual y figura maternal para quienes viven su fe entre carpas, caminatas y cantos. Nuestra Señora de los Scouts emerge precisamente de esa espiritualidad en movimiento, como un signo de que Dios también habita en el bosque, en la intemperie y en cada gesto fraterno de los campamentos. Esta advocación singular, poco conocida fuera del movimiento, encierra un poderoso mensaje de formación espiritual, amor a la naturaleza y servicio al prójimo. Su historia nació de una visión, se plasmó en un lienzo, y hoy vive en los corazones de generaciones enteras de scouts en Argentina y el mundo.

Corría el año 1937. El padre Reginaldo Farías, sacerdote y capellán scout en Mendoza, se encontraba de campamento con un grupo de jóvenes cuando tuvo una experiencia espiritual que marcaría el nacimiento de esta advocación. En una visión durante la noche, vio a la Virgen María con el Niño en brazos, rodeada de scouts que oraban bajo la luz de la luna. En aquel tiempo, el escultismo católico en Argentina vivía una etapa de consolidación y expansión, animado por sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos que veían en el movimiento una forma concreta de evangelizar a la juventud. Esta visión fue recibida como un signo de esperanza y confirmación del camino pastoral emprendido por muchos capellanes scouts. Aunque no se emitieron documentos oficiales de parte de la Conferencia Episcopal Argentina en sus inicios, numerosos obispos alentaron tácitamente su difusión, y en varias diócesis se comenzó a bendecir la imagen y promover su devoción. Con el tiempo, esta espiritualidad mariana fue siendo integrada en propuestas formativas, materiales litúrgicos y encuentros nacionales, convirtiéndose en una referencia pastoral dentro del escultismo católico. Esta visión, profundamente conmovedora para el sacerdote y sus acompañantes, fue compartida con otros líderes del movimiento scout católico y recibió una acogida respetuosa aunque discreta. Si bien no hubo una proclamación oficial inmediata por parte de la jerarquía eclesial, la devoción fue creciendo orgánicamente desde la base, especialmente entre capellanes y dirigentes que veían en ella una expresión genuina de la espiritualidad scout. La figura de María como compañera y guía de los jóvenes resonó con fuerza en un contexto en el que la pastoral juvenil buscaba integrar la vida sacramental con el compromiso activo en el mundo, sobre todo en el marco del impulso misionero que la Iglesia argentina promovía en las décadas previas al Concilio Vaticano II.
Años después, en 1943, la Hermana Margarita Toro Aguirre la pintó siguiendo su descripción, creando la primera imagen oficial de Nuestra Señora de los Scouts. Desde entonces, esta pintura se convirtió en emblema espiritual del escultismo católico en Argentina. En la década de 1950, era común que a cada scout que realizaba su Promesa se le entregara una estampa con la imagen. La devoción creció de forma silenciosa pero firme, hasta que en 1980, durante el Año Mariano Nacional, el Movimiento Scout Católico se consagró oficialmente a ella.
La imagen de Nuestra Señora de los Scouts no es una pintura cualquiera. Es un verdadero catecismo visual. La parte superior del cuadro muestra a María con el Niño rodeada de jóvenes scouts orantes. La luna llena brilla tras ellos, evocando a María como luz en la noche, guiando con ternura. Bajo sus pies, un lago calmo con una barca representa la Iglesia navegando el mundo. Al fondo, un bosque con árboles diversos simboliza la Creación que los scouts están llamados a custodiar.
En la parte inferior, se representa un campamento scout de noche. Hay una tienda, un fuego encendido que representa al Espíritu Santo, y un joven de guardia, imagen del liderazgo y el servicio. Un detalle impactante es el joven que combate a un dragón sobrevolando el campamento: referencia directa a San Jorge, patrón de los scouts, y emblema de la lucha diaria contra el mal. En su estandarte se lee “Ave María”. El simbolismo es claro: en medio del bosque, en lo simple y natural, Dios actúa y María protege. La técnica empleada en la obra original fue óleo sobre tela, y el cuadro tiene un estilo figurativo, con colores sobrios pero vibrantes. Actualmente, la obra original se conserva y venera en la Basílica de Nuestra Señora de Luján.
Lejos de ser una devoción del pasado, Nuestra Señora de los Scouts sigue viva. En 2003, el cuadro original fue recuperado y, en 2007, entronizado en la Basílica de Nuestra Señora de Luján, la patrona de Argentina. Fue un acto cargado de simbolismo: María, en su advocación más juvenil, entraba en uno de los corazones espirituales del país.
Desde entonces, cada 5 de septiembre, coincidiendo con el Día del Scout Católico, se celebran misas, fogones, vigilias y consagraciones a esta Virgen. En algunos grupos, la oración nocturna “Oh Virgen de las Luces” sigue acompañando el sueño de los acampantes.
Su imagen ya no está solo en Argentina. Fue entronizada en Paraguay, Chile, y en la sede del Movimiento Scout Católico de Barcelona. En Gualeguaychú, Entre Ríos, se erigió una ermita dedicada a ella. Y en campamentos nacionales o internacionales, suele presidir desde sencillas capillas de lona. En 2005 se celebró una misa multitudinaria en su honor en el marco de un campamento regional con presencia de delegaciones extranjeras. Además, COPASCA elaboró materiales litúrgicos y oracionales propios que acompañan esta devoción, como el Oficio Votivo presentado en 2007 por el centenario del escultismo argentino.
Esta advocación expresa una dimensión profundamente pastoral. María no aparece en templos de oro ni entre céntricas avenidas, sino entre carpas, al lado del fogón, en el silencio del bosque. Ella es madre y maestra de los scouts, los anima en su camino, los forma en valores cristianos, los sostiene en el servicio.
En términos teológicos, su figura subraya la maternidad espiritual de María y su cercanía con los jóvenes. Su presencia recuerda que la vida cristiana también se vive en la acción, en el esfuerzo, en la fraternidad. Ella no interrumpe la aventura del scout: la acompaña. El Papa Francisco, en sus mensajes a la pastoral juvenil, ha alentado a que la Virgen María sea modelo para una juventud en salida. Aunque no ha hecho mención explícita a esta advocación, su mensaje coincide con el espíritu que ella representa.
¿Esta advocación tiene aprobación oficial de la Iglesia?
Sí, cuenta con reconocimiento dentro del Movimiento Scout Católico y ha sido entronizada en templos oficiales como la Basílica de Luján.
¿Se le atribuyen milagros?
No hay milagros oficialmente reconocidos, pero sí muchos testimonios de jóvenes que han sentido su intercesión en momentos de dificultad o vocación.
¿Hay una oración oficial?
Existen varias, entre ellas la plegaria “Oh Virgen de las Luces, Madre de los Scouts”, muy utilizada en las vigilias nocturnas.
¿Solo es venerada por scouts?
Principalmente sí, aunque su mensaje puede inspirar a toda la Iglesia: María acompañando a los jóvenes en su camino de fe y servicio.
Queremos saber de vos: ¿Conocías a Nuestra Señora de los Scouts? ¿Está presente en tu comunidad o grupo juvenil? Si participaste de alguna peregrinación, si tenés una estampa en tu mochila o viviste una experiencia significativa vinculada a esta advocación, escribinos. También podés proponer nuevas advocaciones para sumar al calendario de María365, corregir errores o aportar nuevas fuentes. Tu testimonio enriquece esta historia compartida de fe.
Fuentes consultadas:



